Durante décadas, la imagen del emprendedor ha estado asociada a jóvenes dinámicos con camisetas y mochilas, presentando sus ideas en garajes o cafeterías. Sin embargo, una tendencia clara y respaldada por datos está desmitificando esta percepción: los mayores de 50 años no solo están entrando al mundo del emprendimiento, sino que están liderando algunas de las innovaciones más radicales.Este fenómeno pone en evidencia que la edad no es un obstáculo para la creatividad y la disrupción, sino un activo invaluable que aporta experiencia, resiliencia y una red sólida de contactos. A continuación, e...